Consideraciones históricas y científicas del Balneario de Sierra Elvira



Tanto el manantial como la aplicación de sus aguas para el tratamiento crenoterápico de diferentes enfermedades, es conocido desde una antigüedad bastante remota pues los Celtíberos y Romanos, habitantes de la ciudad de Ilíberis, cuya ruinas se encuentran situadas en las inmediaciones del manantial, ya utilizaron sus aguas con miras a la curación de muy diversas dolencias.

Después de la invasión de los Musulmanes, continuó la fama curativa del manantial de la Ciudad de Elvira, denominación que el pueblo árabe dió a la antigua Ilíberis y sus aguas serían frecuentemente utilizadas por los habitantes de la zona, dado el amor y la fe que los árabes siempre han sentido hacia el agua y sus virtudes curativas, demostrándolo el hecho de la existencia de restos de construcción árabe en las arcadas y la galería que da acceso a la gruta cercana al punto de emergencia del manantial. Tras la reconquista, ya en ruinas la Ciudad de Elvira, seguían acudiendo al manantial los moradores del país que conservaban la noticia de las curaciones que se alcanzaban con el uso de estas aguas, especialmente en enfermedades de tipo nervioso, cutáneas y óseas, hasta que en el año 1868 el Gobierno de la Nación, alertado por tales curaciones declara el manantial de Sierra Elvira de Utilidad Pública.

En el año 1969 se llevó a cabo la construcción de un complejo de piscinas que despues han sido remozadas, dotándolas de excelentes instalaciones y funcionando ininterrumpidamente hasta la actualidad, con la particularidad, probablemente única en España, de que se llenan y vacían todos los días, lo que significa que más de un millón de litros de agua renuevan totalmente las cuatro piscinas existentes.

En el año 1971 se actualiza la declaración oficial de las aguas como Minero-medicinales y termales, informando favorablemente para ello el instituto geológico y minero de España, la Dirección General de Obras Hidráulicas, el Consejo Superior del Ministerio de Industria y la Dirección General de Sanidad. Son pues, aguas termales a 33 ºC, sulfatado magnésicas y bicarbonatado cloruradas-sódico cálcicas, con una ligera alcalinidad y radiactividad.